Ángel, el transportador


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Ángel Pérez tiene una finca en La Julia, el corregimiento más vibrante del municipio de Uribe (Meta), una de las zonas más afectadas por el conflicto armado colombiano y actualmente una región que ve reactivada su economía de vocación agropecuaria.

A pesar de ser principalmente un criado de ganado doble propósito, Ángel es principalmente conocido por ser un transportador de ganado, ya que cada semana selecciona sus mejores reses, las sube a su camión y vende sus mejores crías por toda la región, desde Uribe hasta Villavicencio; en un negocio que ha visto crecer con el paso de los años gracias, entre otras cosas, al apoyo financiero de la Cooperativa Congente, que le ha otorgado créditos para compra de ganado y para el arreglo de los camiones en los que los transporta.  

Ángel Pérez conoce Congente desde que se llamaba Cootradepmeta, y estaba ubicada en el barrio San Isidro de Villavicencio. Desde aquellas épicas ha sido un asociado fiel a la cooperativa, y actualmente tiene sus servicios vinculados a la Agencia Montecarlo que le queda a un par de cuadras de su casa en la capital del Meta desde hace 10 años; aunque usualmente realiza transacciones en el corresponsal que abrió Congente en el casco urbano de Uribe en julio de 2017, lo cual le ha servido para facilitarle sus trámites comerciales en esa zona.

Y es que para Ángel, uno de los beneficios de ser asociado a Congente, es que precisamente el poder hacer transacciones financieras en cualquiera de los municipios en los que la Cooperativa tiene agencias o corresponsales sin costo alguno. En su caso eso cobra mayor relevancia ya que en Uribe Congente es la única entidad financiera que tiene presencia. “Yo me he sentido muy beneficiado por la cooperativa porque a la edad que tengo ya ningún banco me presta, en cambio Congente confía en mí y me permite sacar los créditos que necesito”, afirma.

Congente abre sus puertas para todas las de personas que quieran ser asociados y que deseen adquirir algunos de sus paquetes de servicios, pues como cuenta Ángel,  muy a pesar de su edad, de no ser pensionado y de solo estar respaldado por su trabajo, la confianza que ha depositado la Cooperativa lo anima para continuar adelante y siempre ser muy cumplido con  sus pagos.

Ángel fue desplazado de la violencia. Dice que lo tuvo todo, panadería, tres fincas, 280 cabezas de ganado, pero todo lo perdió cuando la guerra llegó a su pueblo. En ese momento se fue a vivir a Villavicencio con muchas ganas de trabajar, incluso le sugirieron buscar la ayuda en la oficinas de atención para víctimas del conflicto, pero dice que no se sintió capaz de hacer una fila y esperar a que le dieran un subsidio, así que sin más empezó de nuevo, y fue así como se convirtió en el transportador más reconocido de Uribe, Meta. #HistoriasCongente

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